Cannabis medicinal como práctica ancestral y alternativa.
POR EDI PÉREZ
El uso de cannabis medicinal es un “juego de niños”, comenta entre risas Héctor Castillo y es que en el planeta existen alrededor de trescientas mil plantas de las cuales veinte y nueve mil se las ha clasificado para uso medicinal. Tan solo en Ecuador existen algo más de tres mil doscientas plantas medicinales, de las cuales el 70% son nativas; 5% son endémicas y el 25% restante son especies introducidas.
Aquello que formula Héctor, nos lleva a pensar sobre la inmensidad de vida vegetal que existe en tan solo en Ecuador y entre estas variedades muchas llegan a tener efectos incluso que llegan a superar los que ofrece la marihuana. En este reino unas plantas son entonces más versátiles que otras y entre ellas existe una armonía que con un buen uso, son capaces de proveernos de una mejor calidad de vida. Hablando de potencia, la planta “Datura Ferox” o comúnmente conocida como "Chamico", es un ejemplar del tipo de herbáceo que con tan solo una infusión de sus semillas, puede inducirnos fácilmente a la muerte” -Héctor comenta-; sin embargo y como sucede con esta y muchas otras plantas, pasan totalmente desapercibidas por las personas y pese a que las podemos encontrar fácilmente en nuestro entorno, sus propiedades medicinales para tratar dolencias fisiológicas, psicológicas y espirituales, no son del todo aprovechadas, (ingrato desconocimiento) y con facilidad recurrimos frecuentemente a la multimillonaria farmacéutica para paliar nuestras enfermedades, que muchas de estas han sido creadas por la propia industria. ¿Hemos dejando a un lado el conocimiento ancestral por esa basura?.
Este experto Tecnólogo en Ciencias y Saberes Ancestrales lleva consigo una gama de
productos basados en plantas medicinales, entre estos; una afable crema, que lleva
consigo el cannabis como componente principal, con más de cincuenta ingredientes de origen natural y de entre sus múltiples usos y beneficios que este ungüento nos puede ofrecer, es la de tratar el síndrome metacarpiano, enfermedad que ha adolecido su madre, convirtiéndose en un desafío y su fuente de inspiración para llevar a cabo un proyecto que consiste en tratar este y otro tipo de dolencias. Este proyecto que viene desarrollando conjuntamente con su colega Julián corre el riesgo de quedar en nada, debido a la falta de validez jurídica que preside nuestro país.
Es penoso para nosotros los ecuatorianos tener que vivir en una tierra, lugar que dispone de todas las bondades para que la vida se abra paso, y de ello no poder ser sus soberanos, como nos corresponde en orden llevar una vida más armoniosa y esperanzadora para nuestros pueblos. Debido a la ignorancia impuesta por quienes mal nos han gobernado durante la historia, “convirtiéndonos en esclavos para la tiranía”, actualmente Julian Neumann que en pleno desarrollo de sus prácticas profesionales, ha sido reprendido por una ley escueta e injusta. ¿No es acaso por demás penoso saber que la justicia deja de ser justicia cuando permite que transnacionales como Monsanto se encarguen de la alimentación de nuestros pueblos y de paso mal sanciona a quienes lleva a cabo manifiestos ancestrales, para el bien de su entorno?
Héctor ha tomado la grandiosa iniciativa de exponer sus intenciones de manera formal ante el Ministerio de Salud, amparándose en varios artículos de la “Constitución Política del Ecuador” donde se garantiza y se promueve el uso de recursos naturales y prácticas ancestrales para uso medicinal. Nosotros como pro beneficiarios de estas iniciativas nos resta exigir a las autoridades, que se abra paso a esta nueva era, pues nuestra generación no solo será el portavoz del conocimiento, sino que además nos mantendremos vigilantes ante las respuesta que nuestro colega reciba y desde este medio hacemos un reclamo enérgico para que se haga verdadera justicia; y confiados de la conciencia de quienes velan por el cumplimiento de la “Constitución Política del Ecuador” exigimos se ponga en libertad a Julián Andrés Neumann Viteri y a muchos otros que han comprometido su vida en pos de ofrecer una mejor calidad de vida para quienes habitamos esta tierra.
-Extiendo mis más altos agradecimientos a Hugo Jatí por habernos invitado a Hector y mi persona a celebrar y agradecer al Inti y a la Pacha-
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