Huerto Público, Siembras Clandestinas

Desde mi punto de vista no hay nada mejor que, primero conocer a alguien para estimarlo o detestarlo y esto requiere de tiempo y experiencias compartidas. Con esta premisa es que que quiero documentar la Siembra de Marihuana en un espacio publico de un barrio al sur de la ciudad de Quito.
Los criterios de siembra que he utilizado en términos de agronomía son relativamente básicos, basados en técnicas empíricas con excelentes resultados soportadas en la auto ilustración. Por cuanto al tema económico he resuelto no incurrir en gastos innecesarios, puesto que el Objetivo principal de este proyecto no es el de sembrar para el consumo consumo mucho menos para su comercio, si no más bien “familiarizar a la población con la planta de marihuana, incrementando en ellos el grado de tolerancia hacia su presencia”
¿Gastos inecesarios?
–Semillas; recolectadas de amigos consumidores de cannabis clandestino.
–Abono; la presencia de la planta es el objetivo principal, así que bastará con suministrar nitrógeno para un crecimiento regular.

–El lugar escogido es en el exterior, puesto que la intención que la planta esté a la vista de todos, así que será la naturaleza quién provea de los recursos para su crecimiento, tal como el agua y la luz para su fotosintesis.
Con la Con la Tula o sin la Tula
Cuando iba desarrollando el esquema de este proyecto, varias veces se me presentaba el tema de la legalidad y analizaba la posibilidad de compartirlo con las autoridades y me preguntaba… ¿Qué pensaría aquel oficial si le dijese que voy a cultivar marihuana en la avenida, a la vista de todos los transeúntes?, –la respuesta me pareció ya habérmela contestado antes de terminar de estructurar la pregunta– así que con el apoyo de un par de amigos decidí desarrollar el proyecto en la clandestinidad. Con esto pude identificar además los posibles inconvenientes que se podrían presentar, pero de entre ellos el que más alarmante se manifiesta, es que las plantas no lleguen a sobrevivir debido a la habitual forma que tienen las manos del hombre, cuando se trata de convivir con la naturaleza.

Por: Edison Pérez

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